Performance Marketing
Si hablamos sobre performance marketing podría sonar a un nuevo concepto, otro más, en este mundo digital tan cambiante. Sin embargo, si hablamos de publicidad basada en el rendimiento, ya nos resulta más familiar, ¿verdad?
En este modelo publicitario, el comprador o anunciante solo pagará por los resultados conseguidos en base a los objetivos pactados previamente con la agencia. En este caso, estos objetivos son inmediatos, es decir, los resultados que uno espera tienen que verse en el momento. La ventaja de este tipo de marketing es que la inversión que se realiza puede ser reorientada a acciones que ofrezcan mejores resultados.
Normalmente, los resultados objetivo de esta práctica se traducen a un contacto, un registro, una suscripción, una llamada, una venta, etc. para el anunciante, que solo pagará por el número de conversiones y no por clics o por impresiones. Estos datos son recolectados por sistemas de tracking que los almacenan en tiempo real.
El performance marketing se diferencia del marketing tradicional en que, hasta ahora el marketing tradicional ha sido orientado al desarrollo de marca o branding, sin embargo, el marketing de resultados o performance marketing se focaliza en conseguir una mejora de las métricas de negocio, es decir, aumentar los leads, nuevos clientes, o un retorno de la inversión más rápido.
Aunque a primera vista no se distingan estas diferencias, a la hora de realizar las acciones, en la metodología de trabajo, si existen. Para el performance marketing las valoraciones u opiniones, por muy cualificadas que sean, no son influyentes, sin embargo, centra su atención en conseguir las mejores acciones, campañas o creatividades para generar los mejores resultados.
Para que una estrategia de performance marketing sea exitosa, es necesario reparar en algunos aspectos:
- Plantear unos objetivos reales y medibles: Esto quiere decir que hay que tener clara la orientación de la campaña y establecer unos KPIs en relación con la misma.
- Establecer el modelo de pago: Hay que concretar desde el primer momento en qué se va a basar el pago final de la campaña. Lo más lógico para el performance marketing es que se utilicen métodos como el CPL o coste por lead, el CPA o coste por Acción/Adquisición, o el CPC o coste por clic, aunque este último se usa únicamente para medir algunas acciones concretas.
- Crear Landing Pages: Como hemos dicho antes, el objetivo de este tipo de marketing es conseguir conversiones, que se miden con un programa de tracking. Para ello, cuando se consigue una conversión, es necesario haber creado previamente una pagina de destino o landing page en la que la persona que se ha convertido va a “aterrizar”. Este tipo de páginas deben estar relacionadas con el anuncio que se está haciendo y ofrecer algo más de información sobre lo que se está “comprando”.
- Monitorización: Una de las ventajas de esta estrategia es que se pueden modificar las acciones para mejorar los resultados. Para ello es necesario que los resultados se midan en tiempo real y así nos percatemos más rápido de lo que no funciona.
- Especialistas: El performance marketing precisa de un conocimiento avanzado de las herramientas digitales, por eso es importante contactar con profesionales que sepan sacarles el mayor rendimiento a estas herramientas. Pide tu presupuesto en nuestra agencia de marketing juridico para abogados sin compromiso.